COOPERAR CON LA SOCIEDAD CIVIL (Ver los post anteriores) . No es—como algún despistado (¿?) pretende— «una verdad incuestionable […] que a mayor nivel de servicios públicos de un país, mayor nivel de bienestar del conjunto de la población»[24], opinión que pudiera compartir a condición de eliminar el calificativo de “públicos”, porque el modelo es insostenible, so pena de someter a la ciudadanía a una presión fiscal por lo menos inmerecida, entre otras cosas. Nosotros estamos situados en otra posición ideológica, porque además la cuestión estriba —especialmente en la coyuntura en la que estamos— en cómo dar más y mejores servicios por menos dinero. He aquí una nueva paradoja: el Estado socialdemócrata, que ha usurpado competencias a la sociedad, va a tener que recurrir a esa sociedad porque su deriva se ha hecho insostenible.
Más y mejores servicios por menos, decimos. Sólo cabe darlos en cooperación, coproduciéndolos, como se está haciendo en los municipios de Londres, Bruselas y algunos otros, especialmente suecos, daneses, australianos y norteamericanos.
«Co-production means —como define Satsuko VanAntwerp – delivering public services in an equal and reciprocal relationship between professionals, people using services, their families and their neighbours. Where activities are co-produced in this way, both services and neighbourhoods become far more effective agents of change. In other words, Co-production empowers citizens to become active participants in the delivery of public services.»
Ello requiere en España grandes dosis de innovación formal y material, porque es necesario:
1. Que los políticos tomen conciencia de que su responsabilidad no es generar recursos para tapar los actuales agujeros, sino que no se produzcan más. Dicho de otro modo, que la “clase política” actual no pase página y huya hacia adelante manifestando que los problemas los crearon quienes la precedieron y los solucionarán quienes les sigan, como si ella fuera un accidente en el camino.
2. Que su problema no es resultar reelegidos, sino que la sociedad tome conciencia de que las medidas de austeridad económica hay que adoptarlas porque son necesarias.
3. Que se produzca un intercambio de poder entre los entes gubernamentales y los agentes sociales.
4. Que se generen las normas que establezcan los marcos contractuales para dicha cooperación, o bien que se usen los ya existentes en la UE.
5. Que se produzca un cambio legal para la financiación de esos marcos y/o la cofinanciación de las inversiones individuales, etc.
Pero, ante todo, no sólo se trata de que se establezcan estrategias desde el sector público, que deberán ser también compartidas[25]. Es preciso resolver como cuestión previa dónde se requiere la innovación y en qué debería consistir ésta, es decir qué retos han de ser específicamente considerados y en qué significativas iniciativas ha de invertirse para aumentar la probabilidad de dar con soluciones realmente innovadoras.
La siguiente cuestión es que el sector público tiene que pasar directa y sin más reticencias (las amparamos bajo el benchmarking) a la acción, poniendo en práctica la innovación en métodos y procesos, en nuevas tecnologías, en investigación, gestión del personal, en cómo lograr un mayor acercamiento entre los ciudadanos y los empresarios o en un mix de todo ello. Esto no debe llevar a cuestionar quién tiene que estar implicado en la acción, porque lo deberán estar todas las instancias públicas, más las empresas, las oenegés y los ciudadanos, es decir, el sector público y la sociedad civil, so pena de engañarnos a nosotros mismos.
La innovación en el sector público tendrá lugar cuando sean realizadas nuevas ideas, que habrá que priorizar, y se cree valor para la sociedad a partir de unos umbrales mínimos, lo cual habrá de ser, por un lado, dirigido y, por otro, adverado por alguien que no pertenezca al sector público, sino a la sociedad civil. Llegado a este punto, me pregunto ¿qué estructura de gobierno asegurará que ocurrirá la innovación en el sector público?
Volveremos sobre ello en otro momento.
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[24] GARCÍA, José Félix, “El valor de la administración pública”. Diario de Navarra, Pamplona, 2 de febrero de 2012, p. 14
[25] BASON, Christian, Leading Public Innovation. Policy Press, 2010.
Autor: José Ángel Zubiaur
Convencido de que innovar es adoptar nuevos cauces e instrumentos para dar respuesta a una nueva realidad que nos resistimos a aceptar, manejar, dirigir y orientar, aporta una experiencia acreditada en gobernanza, tanto en España como en el resto de la UE. Ha liderado proyectos estratégicos públicos, privados y mixtos, en cooperación interregional y transnacional, compartiendo recursos estratégicos para el desarrollo territorial y de organizaciones, mediante procesos horizontales asentados en el conocimiento de las personas