Con “Evidencia sólida sobre habilidades blandas” , Heckman (nobel de economía en 2000) y Kautz demostraron que los rasgos de personalidad predicen y causan resultados. Diversas investigaciones han demostrado que la personalidad es un factor crítico para el desarrollo vital y que las competencias no cognitivas son tan importantes como las habilidades cognitivas o el conocimiento técnico.
A modo de ejemplo para los retos que afrontamos en cuanto a innovación, se han demostrado relaciones entre los factores de personalidad y la innovación individual (la “Apertura a experiencias” del modelo OCEAN es un claro indicador). Desde 2011, se dispone además de datos que permitirían probar estas relaciones a nivel de estado-nación.
La evaluación objetiva y precisa de la personalidad y de las competencias socioemocionales es una aspiración y una necesidad para profesionales de la selección de personal, el desarrollo, la investigación, la orientación, la intervención educativa, laboral y psicológica….
Los últimos avances de la psicología lingüística han permitido predecir la personalidad a partir de información textual desde el novedoso enfoque de vocabulario abierto. Dicho enfoque unido a la velocidad y precisión de análisis de la inteligencia artificial ha conseguido que lo que para algunos podría parecer magia sea hoy ciencia aplicada al servicio del desarrollo humano. A partir de un texto en lenguaje coloquial de 1000 palabras de la persona a valorar, se pueden medir múltiples parámetros de personalidad comparados con una extensa base de datos mundial, de forma sencilla, inmediata y fiable.
En España, ya hay centros educativos innovadores que están apoyándose en estas tecnologías para individualizar la evaluación y el desarrollo de los estudiantes, valorando personalidad y competencias SEL, como propone la OCDE para su estudio internacional a partir de 2023,
Recientemente, como primer resultado de un ambicioso proyecto de I+D con estos centros, ha nacido Analizza.me, un asistente que gracias a la IA de Watson realiza análisis inmediatos de personalidad, preferencias, valores y competencias a partir de textos en el lenguaje natural de una persona, evitando el sesgo de autopercepción y la tediosa aplicación de varios test. Además, predice la probabilidad de que la persona emprenda y lleve a cabo acciones de voluntariado. Un claro ejemplo del uso de la inteligencia artificial al servicio del desarrollo humano (*)
Por lo tanto, y respondiendo a la pregunta que titula este post, sí, la inteligencia artificial nos es de gran ayuda para valorar la personalidad y las competencias de una persona.