Siguiendo con el resumen de lo que más llamó mi atención en el Foro de Innovación de la Rioja, aquí van nuevas píldoras que incluyen desde los secretos de las empresas más longevas, a las más “experimentadoras de nuevas tendencias”:
Guillermo de Haro se ha planteado una duda más que razonable, conocer qué han hecho bien las empresas más longevas, las que él denomina “Empresas Matusalem”. Nos recomendó dos libros que tal vez este verano tengamos ocasión de leer: “Líderes en la sombra”sobre pymes exitosas (no sólo de Google y vive el hombre…) y “La empresa viviente” .
Resumió los secretos de las empresas longevas en cinco criterios:
1) Adaptación al cambio
2) Cultura y cohesión
3) Apertura a ideas
4) Conservadurismo financiero (tan a cuento hoy en día…)
5) Sucesión en el liderazgo (visión a Largo Plazo versus burbujas)
Sergio Manaut sostiene que el tamaño no importa tanto como el saber adecuar tus recursos. “Innovamos para mejorar la vida de las personas” y para ello conviene:
1) Examinar alternativas
2) Nombrar responsables (Churchill mantenía que si quieres que algo no funcione, montes una comisión)
3) Asignar los recursos críticos.
La acción es siempre mejor que la omisión y que el miedo…
Rafael García Escarre de Innovation Factory Institute mantiene que a la fecha, debemos considerar la innovación una actividad más de la empresa, como ya lo son la gestión de las compras o de las personas. Al escuchar esto pensé que además de una actividad a gestionar, la innovación es un fluido que debe impregnar todo el funcionamiento organizativo interna y externamente…
Las empresas de alto rendimiento serían para G. Escarré, aquellas que crecen 2 dígitos en mercados maduros porque practican la “innovación horizontal”, un mundo que va más allá de la tecnología y el producto. ¿Cuál es la clave? La conducta como elemento esencial de una cultura que implica: símbolos, desafíos, participación en volumen e intensidad del nivel de aspiraciones. Esta receta no es posible, sin tres ingredientes:
1) Lider creyente con actitud y voluntad para el esfuerzo continuado en el día a día. Su labor es la de impulsar y promover con pasión y determinación, incluso cuando se falla…Este impulso supone luchar con el enemigo público nº1 de la innovación, el fatídico engullidor de energía que es el “día a día”.
2) Organización motivada que implica un proceso sistemático: entrenar, desafiar, apoyar, reconocer e incentivar. Nada nuevo en la teoría, pero tan escasamente practicado ¿verdad?
3) Estructura facilitadora. Disponemos de poco tiempo, poco espacio y poco dinero pero podemos aplicar mucho método para experimentar y convencer.
Finalizo este segundo resúmen, con la síntesis de una muy esclarecedora ponencia de Bertrand Caudron sobre la nueva tendencia de utilizar el juego como forma de relación con el cliente (el reciente palabro Gamification que algunos confunden con los videojuegos).
El segundo uso de Internet tras las redes sociales es el juego. La motivación por el juego se divide entre: los que quieren ganar (10%), los que gustan de socializar (80%), los que se animan a aprender y explorar (8%) y los que quieren ganar y que los demás pierdan (1%). Supongo que no suma 100 o por los decimales o por los indecisos, la cuestión es que si conocemos estas motivaciones, podemos crear nuevos planteamientos y modelos de negocio como los de empresas de productos y servicios que nos citó a modo de ejemplo: Nike Plus , el tablero de control del Ford Fusion Hybrid que nos indica si conducimos bien o mal en términos de lo que contaminamos, el de Microsoft que ha creado una competición para que se utilicen más las funcionalidades de Office desconocidas y el de TAP que nos permite un upgrade en la plaza de avión vía subasta. La conclusión para Caudron: “Game is Business” me llevó a reflexionar sobre la cada vez mayor compatibilidad entre rigor y diversión.
Dejo para un tercer post, perlas sobre tendencias tecnológicas e iniciativas de interés de este apasionante hervidero que es la innovación.