Recién llegados de Murcia, una de las regiones que ya se ha puesto las pilas con una estrategia para afrontar los retos de lo que llamamos de manera simplificada Industria 4.0. Como siempre, un placer aprender con personas y empresas dispuestas a innovar.
Trabajando con varias empresas allí, una de las principales oportunidades que se vislumbran, es la de reducir tiempos y costes para incrementar la competitividad con respecto a, por ejemplo, los chinos. Pero China, ese país que sigue creciendo muy por encima del resto y que ya tiene su laboratorio de Industria 4.0 ,no seguirá compitiendo por coste de la mano de obra en el medio plazo.
Se vuelve a plantear con esta forma de entender la introducción de las nuevas tecnologías, el dilema entre la mejora continua y la innovación incremental para hacer más eficientes los procesos, y la innovación disruptiva para generar nuevos modelos de negocio. La dicotomía entre satisfacer necesidades de clientes actuales o nadar en océanos azules.La eficiencia es una condición necesaria, pero ya insuficiente.
Nos preguntaban, con razón, hasta qué punto las tecnologías de esta nueva «ola» afectan al sector servicios, dado que se habla de Industria continuamente. No sólo afectan, que se lo digan a doctores, abogados y chefs que van a competir con Watson si no lo convierten en un aliado , sino que «servitizan» los productos. Hace años que Rolls garantiza «aviones en marcha» y no sólo vende motores de avión.
¿El transporte es un servicio? «Smartcars, aviones propulsados por energía solar, camiones sin conductor, trenes que superarán los 600 kilómetros por hora…la tecnología logrará que, salvo llegar a nuestro destino, ningún desplazamiento se asemeje a los que realizamos hoy en día» describe Sara H. Asenador en Expansión.
¿Cómo serán las escuelas de cocina una vez que el Chef robótico esté en el mercado? ¿Cocinaremos en casa? ¿Qué harán en los restaurantes?
Un amigo con el que hemos colaborado en diversos proyectos regionales para impulsar la I+D+i y muy cualificado en tecnologías industriales, se enfadaba el otro día alegando que esta teórica cuarta revolución es sólo una hecatombe más de las muchas que se han anunciado. Las normalizaciones y homologaciones llevan sus ritmos, es cierto.
La negación es una de las fases de la resistencia al cambio, como bien saben todos aquellos que han debido liderar reinvenciones. Podremos disentir en los impactos y en los plazos, pero no podemos mantenernos al margen de estos cambios, que nos guste o no, son vertiginosos y han llegado para quedarse.
Enfoquemos a convertir esta revolución tecnológica y sociológica en oportunidades para tener mejores resultados y aumentar nuestra calidad de vida. Es una responsabilidad de todo el ecosistema de innovación. ¿Qué vas a hacer mañana?
Magnífico posts, as usual. Saludos cordiales desde Murcia.
Gracias Juanjo! Un abrazo