Hemos comenzado a colaborar hace unos días con una empresa madrileña de alimentación ecológica.
No sé muy bien porqué será pero, cuando pregunto a mis alumnos de la universidad por tecnologías e innovaciones que puedan representar una oportunidad o una amenaza para determinadas empresas, todos se lanzan a la tecnología datos-digital-máquina. En muy contadas ocasiones aparece alguien que hable de avances que tengan que ver con la biología. Y sin embargo, existe una gran cantidad de movimientos de todo tipo en este campo. Les cuento algunos con los que me voy encontrando con cierta frecuencia.
Un primer bloque se refiere a las innovaciones sobre las que se está trabajando para garantizar agua y alimentos a una creciente población mundial El arroz es la base de la alimentación de muchas personas en el mundo pero su producción se ve amenazada por problemas de sequía, plagas y otros. Pues bien ya se está trabajando en un súper arroz que necesita menos nutrientes y aguanta mejor los embates del clima. Y otra planta resistente que está comenzando a extender es el teff etíope que no tiene gluten y es rico en fibra, carbohidratos, calcio y hierro o la quinoa que en 2013 fue encumbrada por la ONU y ya vemos en anuncios de la televisión. Es curioso que muchos de estos alimentos entren primero en la dieta de ricos y famosos vía el mundo bio-eco a precios elevados cuando en sus países de origen son la base de la dieta.
Esa necesidad ha llevado también a democratizar y extender fuentes de alimento que eran impensables hace bien poco en el mundo occidental, me refiero sobre todo a los insectos. Según he leído más de una cuarta parte de la población mundial ya los come y la ventaja que aportan es que con la misma cantidad de forraje los insectos aportan 9 veces más proteína que el vacuno. En los lineales de Estados Unidos ya se pueden encontrar cookies hechas con harina de grillo y esa granja de insectos que tanto me sorprendió hace tres años en el TED Madrid no es nada comparada con los buzzbuildings que una empresa sueca quiere colocar en las rotondas de Estocolmo. Recuerdo que hace algunos años un restaurante en Olite ofrecía insectos en sus platos y ¡estaban buenos! pero seguía dando un poco de “repelús” comerlos, yo me acordaba de la protagonista de Indiana Jones en el Templo Maldito
Las piruletas con bicho fueron lo más un tiempo en la Boquería de Barcelona pero la falta de una normativa europea que regulara su comercialización las prohibió. Estos dos innovadores, como pasa muchas veces, llegaron demasiado pronto. La UE considera a todos los alimentos que no se consumían de manera significativa antes de mayo del 97 “novel foods” y para aprobarlos es necesario presentar a la agencia de seguridad alimentaria un dossier que demuestre sus beneficios. Vamos, que la cosa va lenta pero poco a poco va llegando. Los supermercados Jumbo holandeses ya venden productos con insectos, en cuanto Mercadona se ponga…
Y también son “novel food” las algas. Algunas nos van sonando gracias a los restaurantes japoneses y asiáticos y a las tiendas ecológicas como las algas Nori o Wakame o el Agar agar pero ese también es un mundo nuevo. A medida que se extienda su consumo y siendo un país rodeado de agua, tendremos ahí una gran fuente de riqueza. ¡Sin duda será más fácil extender su consumo que el de los bichos!.
De nuevo recuerdo hace años que una incubadora asturiana nos obsequió con unos preparados para hacer tortilla de algas de una de sus empresa incubadas… ¡No conseguí que la probara nadie en mi casa!. Si van ustedes por USA y entran en uno de los supermercados ecológicos de la cadena Wholefoods, no dejen de probar las chips de alga de los que ya les hemos hablado. Dicen que están buenísimas…
Y ya me perdonarán que hable de “cacas” en un post de alimentación (esto debe de ser el equivalente a hablar de cosas marrones en la comida) pero es que la falta de agua y de recursos de que hablaba en el primer párrafo, llevaron a la fundación de los Gates a lanzar un desafío a las universidades, el Váter sin Water, que recibiría y procesaría los deshechos sin agua ni conexión eléctrica y los transformaría en algo útil y todo a muy bajo coste. Pasen y vean lo que se puede hacer con sus desechos.
Pues nada, a darle al bicho, las algas y el teff que son muy sanos y nutritivos. De lo del sabor delicioso ya hablamos otro día.
Me ha gustado mucho tu articulo. En los años 60 había problema de hambre en el mundo. Hoy donde existe hambre es por causas políticas (guerras y barbaridades de ese estilo), pues hay alimentos suficientes para los 6.000 millones de habitantes de este invernadero. El 1960 había 2.000 millones de habitantes, una tercera parte. El cambio se debió fundamentalmente a las semillas híbridas desarrolladas por el CYMMIT de México.
Para el común de los mortales en este mundo cursi e higienizado, lo importante es que el consumidor no conozca el origen y la presentación del producto. El consumo de los productos del cerdo descenderiía si la gente viera cargarse y despiezar un cerdo, Generalmente la gente siente cierta repugnancia a los escarabajos, pero si esos son rojos y con puntos negros (las mariquitas) se queda extasiada viéndola recorrer su mano.
El marketing es el rey
Me ha gustado mucho tu articulo. En los años 60 había problema de hambre en el mundo. Hoy donde existe hambre es por causas políticas (guerras y barbaridades de ese estilo), pues hay alimentos suficientes para los 6.000 millones de habitantes de este invernadero. El 1960 había 2.000 millones de habitantes, una tercera parte. El cambio se debió fundamentalmente a las semillas híbridas desarrolladas por el CYMMIT de México.
Para el común de los mortales en este mundo cursi e higienizado, lo importante es que el consumidor no conozca el origen y la presentación del producto. El consumo de los productos del cerdo descenderiía si la gente viera cargarse y despiezar un cerdo, Generalmente la gente siente cierta repugnancia a los escarabajos, pero si esos son rojos y con puntos negros (las mariquitas) se queda extasiada viéndola recorrer su mano.
El marketing es el rey
Gracias José La verdad es que hay un gran contraste entre lo natural, no transgénico, ni manipulado, lo bio-eco de los países desarrollados y la necesidad de alimentar a un gran número de personas que necesitan de esa investigación genética para lograr cultivos que se pueden adaptar a sus países para no morir de hambre…