No es muy común que nuestros especialistas en ciencias, aun hoy sofisticadas, recurran a nuestra propia “base de datos” histórica —podríamos decir— para apoyar los resultados de sus más recientes investigaciones. Este es el caso de Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología del Instituto de la Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona. En su recientísimo libro Cómo percibimos el mundo. Una exploración de la mente y los sentidos[1] se conduce de la mano de Baltasar Gracián, de quien afirma que «nadie entre los clásicos de la literatura española conoce mejor que él la mente humana». Tenemos que situarnos en la España del siglo XVII, al que llamamos Siglo de Oro por la calidad magistral de nuestras artes, para toparnos con El Criticón, «el mejor tratado de psicología que existe». En él Gracián repasa la condición humana y pretende explicar —como lo hace Morgado—cómo somos, por qué somos como somos y cuál es el sentido que tiene cada una de nuestras cualidades como seres vivos. La obra es parangonable a El Quijote y La Celestina, y sigue la técnica barroca del viaje y del diálogo existencial entre Critilo —varón prudente y experimentado— y Andrenio —impulsivo e inexperto—, que simbolizan el diálogo entre la Cultura y la Naturaleza. El jesuita Gracián influyó en La Rochefoucauld y en los filósofos alemanes del XIX (Schopenhauer, Nietzsche), e incluso se le tiene por precedente del existencialismo. Que levante la mano quien lo sepa.
Venga esto a cuento de lo afirmado en un post anterior: «Lo que antes los filósofos pensaban, hoy los Psicólogos lo están demostrando diariamente. Nunca han ido tan de la mano como ahora la Filosofía y la Ciencia y nunca se han separado»
Autor: José Ángel Zubiaur
Convencido de que innovar es adoptar nuevos cauces e instrumentos para dar respuesta a una nueva realidad que nos resistimos a aceptar, manejar, dirigir y orientar, aporta una experiencia acreditada en gobernanza, tanto en España como en el resto de la UE. Ha liderado proyectos estratégicos públicos, privados y mixtos, en cooperación interregional y transnacional, compartiendo recursos estratégicos para el desarrollo territorial y de organizaciones, mediante procesos horizontales asentados en el conocimiento de las personas
¿Ciencia y Filosofía de la mano? A mi me da que la historia de la pareja no ha sido tan fácil ni tan romántica, pues tiene casi más periodos de distanciamiento que de fértil colaboración. Pero una cosa sí parece cierta: no pueden vivir una sin la otra demasiado tiempo.
Y ahora, precisamente ahora, estamos viviendo uno de los momentos más apasionantes de su relación: la ciencia anda buscando a la filosofía. !Qién lo iba a decir! Los científicos llevan más de 100 años proclamando que el único conocimiento válido es el suyo, susceptible de ser expresado en un lenguaje lógico matemático uinversal. Pero ahora, con la intrusión de la conciencia en la observación cuántica, esos mismos científicos empiezan a pensar que la metafísica, despues de todo, sí puede ser una forma de conocimiento valioso. ¿Ciencia y filosofía de nuevo de la mano?
Gracias por tu aportación Olga. Efectivamente física y metafísica juntas. No puede ser de otro modo y quien lo afirme está errado. Fíjate, además, que volvemos a nuestros menospreciados clásicos quienes, a su vez, remontan su conocimiento a la antigüedad. Me comentaban en la sobremesa de hoy que Google va a contratar a no sé cuantos miles de humanistas, porque son los que entienden al hombre…