La cultura de la innovación está de moda. Y nos alegra, ¡no os imagináis cuanto! Parece que ya vamos superando el discurso único de las patentes y la inversión en I+D, ambas necesarias, pero no suficientes…
El Global Innovation survey de Booz&Company demuestra año tras año, que las empresas innovadoras obtienen más beneficios que las que más invierten en I+D. Esto significa que más recursos económicos aplicados a la investigación para obtener conocimiento, no garantizan por sí mismos una mayor facturación en el mercado, es necesario algo más… Como decía Esko Aho, la I+D supone invertir recursos para obtener conocimiento y la innovación consiste en dedicar el conocimiento a la obtención de recursos.
Ya está demostrado que la innovación es un factor clave para la competitividad empresarial (Estudio pymes españolas IESE) y que incrementa los márgenes de quiénes hacen de ella una costumbre. Casi todas las empresas han hecho algún pinito innovando, pero en este mundo global y cambiante eso no basta: es necesario que la innovación forme parte del ADN de la empresa, que sea un valor que conforme su cultura del día a día (no del papel con el Plan Estratégico). Y como las cosas las hacen las personas, sin personas innovadoras eso es difícil de hacer.
Existen otros factores necesarios para hacer de la innovación una de las banderas de una empresa, pero voy a centrarme en estos dos. Porque en el pasado apenas han sido tenidos en cuenta, y porque hablar de ellos suponía recibir inmediatamente una mirada desdeñosa de los «Imasderos» centrados en la tecnología. Por suerte, ya solo queda un pequeño reducto galo que no ha comprendido que la I+D no es suficiente y ya no te llaman esotérica cuando hablas de estas cosas.
Partiendo de que estas premisas son ciertas, hay que reconocer que en España no existe una constatación empírica de las mismas, aunque últimamente leemos que se empieza a trabajar en ello con metodologías de medición de la cultura importadas de USA.
Por eso y porque nos sentimos mucho más cómodos en Happeninn trabajando con certezas de la práctica empresarial que con hipótesis de la teoría académica, estamos colaborando con entidades intermedias y con un fantástico elenco de empresas innovadoras, para demostrar que la innovación aporta no sólo mayor competitividad a las empresas, sino más empleabilidad a los profesionales que las integran. Estamos midiendo la cultura innovadora y la mentalidad emprendedora de sus equipos ([i]) con metodologías adaptadas al contexto español. Estará disponible en breve un muy valioso diagnóstico, con datos comparativos que habitualmente son de difícil medición y con un interesante abanico de buenas prácticas a explorar por otras empresas que se van a animando con esto de la innovación.
Ya sabéis que las palabras convencen y los ejemplos arrastran y aunque aún no los podamos desvelar… ¡los ejemplos de este estudio tienen mucha y realista enjundia, y escapan de los mediáticos Google y Apple!
La cultura y los perfiles de innovación son críticos y poco conocidos aún como factores clave. Queremos ser pioneros aportando valor a las empresas españolas para que innoven más y mejor, con formatos que sean asequibles tanto para pymes rabiosas como para multinacionales.
¿Tú quieres innovar más y con mejores resultados? Supera el reducto galo de sólo patentes y “gasto” en I+D y ¡Háztelo medir!
Nota: Si te interesan los resultados de este trabajo que estará listo para fin de año, sólo tienes que pedírnoslo en los comentarios.
[i]Metodología C3(desarrollada por la Universidad del Desarrollo y la consultora MCC) y test EMP (desarrollado por el Eckerd College)
Muy buena entrada María. Cuando tengáis los resultados, habrá que tener una buena conversación sobre ellos.
No lo dudes! La I+D + i es mucho más holística de lo que parece…
Mil gracias Iñigo!