
Uno de los mayores gigantes empresariales, EASTMAN KODAK, se enfrenta a una carrera contrarreloj para reinventar su modelo de negocio. La compañía que fue fundada por George Eastman a finales del año 1800 generaba un valor incalculable a partir de poder brindarnos la oportunidad de congelar nuestros recuerdo y poder revisitarlos de cuando en cuando. Para ello desarrolló una poderosa industria alrededor del papel fotográfico y de las películas fotográficas. Llegó a ser uno de los mayores consumidores de papel y plata del mundo.
En 1973 se incorpora a EASTMAN KODAK el ingeniero eléctrico Steven J. Sasson. Dos años más tarde, como consecuencia de los primeros trabajos que se encargaron dentro de la compañía, solicitó la patente sobre un sistema de cámara digital. Para ello recurrió a juntar las tecnologías más accesibles: un conversor analógico/ digital a partir de componentes de Motorola, una óptica de Kodak y un minúsculo CCD de Fairchild Semiconductor. En 1978 la oficina de patentes norteamericana otorga la patente número 4.131.919 lo que supone para EASTMAN KODAK una ventaja competitiva. La compañía había desarrollado una tecnología sustitutiva de su producto actual y muy por delante en el tiempo de todos sus competidores. Es el sueño de cualquier innovador, ser el número uno en tu negocio y encontrar el producto sustitutivo que te permite prolongar tu dominio del mercado.
Sin embargo EASTMAN KODAK cometió un clásico error; agotar el producto estrella antes de sustituirlo. No comercializó su primera cámara digital hasta el año 1991, 13 años después de haber logrado la primera posición en el desarrollo de producto y 3 años después de que SONY, FUJI y CANON pusieran a la venta sus versiones.
Los días estaban contados para EASTMAN KODAK si no conseguía pasar de lo analógico a lo digital o recordaría con nostalgia sus épocas de gloria. La gente dejó de comprar rollos y revelar fotos para comenzar a tomar cientos de imágenes que serían guardadas en una cámara digital. Una desesperada carrera por la reconversión le ha llevado a tratar de poner en valor las patentes de sus innovaciones y ahora su tecnología es usada casi en 90% de las cámaras digitales, un negocio que le proporciona cierto tiempo precioso para reinventar su estrategia de negocio. EASTMAN KODAK dispone de más de 30.000 patentes. En 2003, la compañía apostó por el mercado de las cámaras digitales, los kioscos de impresión, scanners y workflow para la industria gráfica. 5 años más tarde el 70% de sus negocios se enfocaba en la digitalización lo cual da una idea de lo costoso que es en tiempo y recursos el poder cambiar una estrategia de negocio cuando se hace tarde y a remolque de los competidores.En octubre de 2009, Kodak anunció que en los años posteriores esperaba obtener ganancias promedio de entre 250 y 350 millones de dólares en concepto de licencias. Entre sus principales patentes se encuentran el compartimiento para batería (1969); el sistema de enfoque automático (1994); unidad flash compacta (1997); balance automático de blancos (1999); la detección de rostros en cámara (2000), el sistema de autoexposición (2002); detección y corrección de los ojos rojos (2003); visualización en pantalla de las imágenes almacenadas (2004); detección de distancias en una escena (2005); …
En el año 2010 esperaba lograr 20.000 millones de dólares en ventas de dispositivos digitales y solo logró materializar 7.600 millones de dólares. En el tercer trimestre del año 2011 los ingresos de Kodak han bajado un 17% hasta los 1.462 millones de dólares respecto al mismo periodo del año anterior, y reportó pérdidas de 222 millones de dólares. La compañía ha revelado que para sobrevivir otro año más tendrá que vender algunas de sus patentes, en particular las de imágenes digitales, o incluso llegar a asumir nuevas deudas.
No es posible afirmar que la compañía logrará o no sobreponerse a este duro trance al que se enfrenta. Pero sirva de reflexión que la búsqueda de la innovación que aporta valor es un requisito y no existe compañía que por muy sólido que parezca su modelo de negocio su pueda sustraer al mismo. EASTMAN KODAK realizaba innovación pero la dejó en la estantería por demasiado tiempo y no fue capaz de convertirla en innovación de valor añadido, INNOVALUE, en el momento adecuado.
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