¿A que has escuchado esta frase, o parecida, a lo largo de tu vida profesional?, ¿A qué te has tenido que buscar mil argumentos en más de una ocasión cuando has ido a exponer tu idea, creyendo que podía ser buena para la empresa o la institución/organización en la que trabajas/trabajabas y te han respondido así?. ¡Persevera, insiste, convence, argumenta, ilusiona…!.. Si voy y te digo ¿Por qué no implantamos la web social en el corazón de la empresa?
¿Por qué me dices que no si la revolución digital está implicando cambios de los protocolos de actuación de muchas empresas, si la digitalización traspasa fronteras y provoca “tempestades” en muchas organizaciones donde antes había orden o al menos se suponía?
¿Por qué me dices que no si tenemos tecnología que nos va a permitir iniciar o mantener conexiones, establecer redes con mucha más gente que nos puede aportar otras formas de hacer las cosas, procesos que incrementen nuestra competitividad…?
¿Por qué me dices que no si los objetivos que te has marcado son los que puedes y no los que deberías?
¿Por qué me dices que no si está demostrado que si compartes el conocimiento logras mejor los objetivos marcados?
¿Por qué me dices que no si se te llena la boca con que tú diriges un equipo y no escuchas ni una sola palabra de lo que te dice ese equipo, si no estás abierto a cambiar de opinión?
¿Por qué me dices que no si sabes que nuestros clientes ya no son lo que eran sino que son usuarios que experimentan con la información e interactúan con ella?
¿ Por qué me dices que no si los medios sociales generan impacto, mueven intención y generan ventas, si 16 millones de usuarios en España están en Facebook y 4,5 millones en Twitter, si el 44% de los anunciantes en Facebook han conseguido nuevos clientes e incrementado sus ventas, si el 26% de los usuarios españoles sigue a las marcas, si el 60% de esos usuarios se “fia” de las valoraciones y comentarios de sus amigos en las redes sociales, si el comercio electrónico genera más de 1.000 millones de euros al año en España?
¿Por qué me dices que no si sabes que “el 60% de los problemas empresariales son consecuencia de una mala comunicación”, como decía Peter Drucker”
¿Será porque “lo decisivo no es lo que yo digo, sino lo que el otro entiende”, como argumenta Enrique Sueiro, Doctor en Comunicación Biomédica de la Universidad de Navarra y consultor de Comunicación Interna en Organizaciones?
Así pues, a partir de ahora, si tú me entiendes, podemos cambiar, sumar, compartir, ilusionar, escuchar, comunicar, medir, aprender, aportar.. en definitiva, innovar