Si no lo digo, reviento
Vaya por delante que no soy publicitario, menos aún publicista, ni siquiera cliente de ING DIRECT, sino sujeto —¿o seré objeto? — a quien se le induce al consumo de unos ciertos servicios y productos bancarios. Voy a decirlo mejor, más académicamente: soy el comunicado (yo, un particular) a quien un comunicador (el banco) comunica…