La creatividad en los últimos tiempos está cambiando al ritmo de los acontecimientos. Debe convertirse en algo que queramos ver, que nos agrade, que no interrumpa sino que sea una grata compañía.
Se debe dar al público que le ha sido fiel durante años y ofrecer una cara amable y esperanzadora que premie al consumidor.
Debe abrirse a las personas y subrayar las virtudes del individuo y no tanto del producto en sí.
Durante la crisis podemos incluso decir que tiene un papel casi político convirtiéndose en la voz del pueblo.
Se olvidan antiguas pretensiones y se dirige a un público mucho más abierto y sediento de positivismo.
Debe conseguir transmitir unas ideas que su target comparta y haga suyas.
Una creatividad generosa hecha para todos, sin elitismos y donde el receptor se sienta cómodo.
Le corresponde un lugar en el que retratar a las personas como valientes y optimistas, siendo capaz, como en la literatura, de crear una nueva generación de emprendedores que aprenda a canalizar sus energías en un nuevo presente para un mejor futuro.
Un nuevo rol en un panorama difícil donde la creatividad adquiere nuevas responsabilidades.
Y que tal vez encuentre respuestas enseñando a mirar al pasado para volver a encontrar el camino correcto.
Aquí os dejo un link a la infografía del Gap en Creatividad elaborada por Adobe. Os sorprenderá, o no!