Ya se ha abierto la veda. Hasta Ana Pastor ha hecho un programa sobre la “cuarta revolución industrial” co-presentando con nuestro viejo amigo Pepper. ¿un nuevo NODO?
Dicen que “El pez rápido se come al pez grande”. Bien lo saben: Nokia o Kodak que han pasado por duras crisis, los comercios tradicionales, los bancos, y los taxistas que compiten con Uber por ejemplo…
“Este ritmo no hay quien lo siga – me decía un directivo recientemente – : la digitalización, la servitización de productos, la producción individualizada, la gestión en tiempo real de datos, la evolución tecnológica. ¿Qué hacemos?. ¿Colaboración inter departamental? ¿Flexibilidad para adaptarnos? Ojalá fuera ese nuestro principal problema. Esas capacidades ya son el “barrio sésamo” para poder dar la batalla.»
El tamaño importa. Las organizaciones pequeñas son más ágiles. Tienen menos lastre para acelerar, para reaccionar, para virar, además de mucha menor burocracia y de menos luchas de poder entre compartimentos estancos. Son lanchas fueraborda.
Las organizaciones grandes tienen acceso a mercados mayores y disponen de capital estructural, económico, humano y relacional de mayor amplitud. La velocidad… es de trasatlántico.
Esto se navega con barcos abiertos a colaborar con quien sea necesario
Los buques grandes ya se rodean de lanchas rápidas: por imagen de marca que impacta en su ecosistema impulsando la innovación y el emprendimiento, porque es una forma de vigilar su entorno, por aprender de esas embarcaciones ágiles e innovadoras que no se ven lastradas por una cultura de eficiencia y de óptimos locales, por invertir en tecnologías y nuevos modelos de negocio que les podrían descolocar, porque necesitan complementar sus capacidades, porque saben que la velocidad de sus cruceros es muy inferior a la de las motos acuáticas. Las aceleradoras de start up se multiplican: Wayra de Telefónica, BBVA Open Talent, “The heroes club” de la farma Cofares, Samsung, Orange, HTC y un largo etcétera.
Algunos ejemplos de flotas mixtas:
- Local Motors, – ¿Recordáis esa empresa rupturista de 104 personas en plantilla que diseña y fabrica en 3D?- ha colaborado con Watson de IBM para su autobús eléctrico autónomo Olli y entre otros muchos proyectos, ya está perfeccionando junto a Airbus su dron de carga Zelator.
- Los puertos marítimos ya colaboran en “Hackatones mundiales” para plantear retos y problemas que cualquier persona o entidad que acuda puede resolver.
- Endesa y Ferrovial han montado Hackaton de la Industria 4.0 junto a la plataforma Ennomotive que agrupa a más de 4.000 ingenieros. El talento contingente es una realidad también en España.
- Caixa bank, Samsung, Arval, Visa y Global Payments han invertido 5M€ en un centro de innovación conjunto para pagos por móvil.
Y, aunque los bots y la inteligencia artificial nos planteen grandes retos para el empleo “tradicional” en el futuro…
No todos los barcos que saben colaborar son de alta tecnología:
- La carnicería Izarzugaza-Krispin es multicanal: realiza entregas a domicilio, vende y exporta on line, ha ampliado horarios mediante máquinas de vending … Colabora con otras entidades y con los ganaderos; no les regatea: «Antes sí se hacía, pero yo no creo en ello. Hay que cuidar a los productores».
- Callaghan es una marca de calzado que pertenece a una pyme nacida en La Rioja y que ha crecido gracias entre otros factores a la cooperación en clusters con otras empresas y en investigación con centros tecnológicos.
La semana del pincho (77 establecimientos) organiza quedadas para degustar y aprender.
Va a tener razón el WEF con la necesidad de competencias como la “flexibilidad cognitiva”, la “capacidad de resolver problemas complejos” y la “coordinación con otros” para 2020.
Habrá que practicar si es cierto lo que dice el refrán: “ El que quiera peces…”.
Por aquí, ya estamos gestando el #Nodo40 para ir armando una flota.